Al tiempo que la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson detenía los ensayos de su vacuna debido a que la misma le está produciendo una enfermedad extraña a los participantes, la británico-estadounidense Oxford-AstraZeneca ha vuelto a ser noticia, esta vez debido a que un voluntario de los ensayos de su vacuna dio positivo a coronavirus luego de ser inoculado. La noticia seguramente impacientará a Donald Trump, debido al fracaso de las tentativas de las empresas norteamericanas por desarrollar una vacuna efectiva, dos meses después que Rusia registró su vacuna Sputnik, la cual ha sido efectiva al 100% hasta ahora en todos los voluntarios sometidos a la misma.
"La única forma de acabar con este mal sueño es con una vacuna, y la de Oxford tiene muchos números para ser la definitiva". Así lo aseguró el enfermero en el mes de junio cuando empezó como voluntario en los ensayos clínicos de la vacuna contra el coronavirus que está desarrollando la Universidad de Oxford.
La primera semana de octubre Joan Pons se levantó con congestión nasal y dolor de cabeza. Al llamar a Oxford para comunicarle los síntomas, le recomendaron que se hiciera una PCR y se quedara en casa y que después fuera al hospital inmediatamente para hacerle más pruebas.
Esa misma tarde, después de casi cuatro meses dando negativo, había llegado el día. Joan Pons acababa de dar positivo en coronavirus a pesar de estar vacunado contra al COVID-19. "Me he llevado un susto de muerte al ver que soy positivo, eso quiere decir que el virus me está intentando atacar y ahora falta ver que la vacuna empiece actuar y pueda acabar con el virus antes de que me entre en la sangre".
"La vacuna no me protege de que el virus entre, sino que me protege de que el virus pueda pasar de mi pulmón a mi sangre", detalla el voluntario en un vídeo de Twitter.
¿Qué significa este positivo? Para Pons es la respuesta a lo que estaban esperando todos los virólogos: saber si la vacuna es eficaz. "En las fases anteriores se respondió si la vacuna era segura o si producía una respuesta inmunitaria, y ahora falta responder si la vacuna es eficaz. La única manera de saberlo es que los voluntarios resultemos positivo y yo espero que con este positivo, demos un paso al frente para acabar con el virus y que salga la vacuna cuanto antes".
Tal y como apunta Pons en un vídeo publicado en su propia cuenta de Twitter, en esta tercera fase se mira si el número de anticuerpos es suficiente para parar el virus. Si responde a estas tres preguntas: seguridad, eficacia y si produce una respuesta inmunitaria suficiente, entonces la Agencia Europea del Medicamento podría dar la licencia para comercializarla.
Pons asimismo ha querido responder a todos aquellos que se preguntan cómo es posible que haya dado positivo en COVID-19 si está vacunado contra este virus. "No quiere decir que por llevar la vacuna el virus no me pueda atacar porque como ser humano respiro aire y el virus está ahí. Lo que hace la vacuna es que no pueda desarrollar una enfermedad grave y que como mucho tenga síntomas leves", explica.
"El hecho de mi positivo quiere decir que ya estamos más cerca de llegar a la meta y decir adiós a este bicho que nos está amargando la vida", asegura Pons.
Ahora se encuentra en cuarentena en su hogar con síntomas leves a la espera de que le hagan más pruebas en el hospital. Por el momento se encuentra bien y no le ha faltado el humor asegurando que "está aquí en su habitación sin saber qué hacer" en alusión a la popular canción del grupo español Mecano.
Nuevos retrasos de la vacuna en Estados Unidos
Recientemente la farmacéutica AstraZeneca reveló los detalles de sus ensayos y confirmó que su vacuna ha generado efectos secundarios en algunos de los voluntarios tras conocerse que dos de ellos han presentado un cuadro de mielitis transversa —una complicación neurológica—, tras recibir por primera vez el antígeno.
Tal y como asegura el diario británico The Times, las complicaciones de salud de ambos voluntarios han llevado a los investigadores a retrasar la segunda dosis del antígeno a los voluntarios de Estados Unidos, lo que retrasará el lanzamiento mundial de la vacuna contra el coronavirus. Además, los estadounidenses se están mostrando más cautelosos en la investigación sobre la seguridad de la vacuna de Oxford contra el coronavirus. "A los científicos dentro y fuera del gobierno les preocupa que los reguladores, presionados por el presidente para obtener resultados antes del día de las elecciones el 3 de noviembre, puedan lanzar una vacuna no probada o insegura", cita un artículo de The New York Times.
Por su parte, la farmacéutica Johnson & Johnson acaba de confirmar la paralización de los ensayos de su vacuna tras conocerse que uno de los voluntarios presentó una "enfermedad inexplicable".
🎤 Perdido en mi habitación sin saber que hacer 🎼
— #HelloMyNameIsJoan 💙 (@RoaringNurse) October 8, 2020
Espero que la vacuna me ayude a ganar la batalla al #COVID19.
De momento me encuentro bien. 👍🏼 pic.twitter.com/0S1zkfFfiE
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